miércoles, 9 de abril de 2008

LA CRISIS DEL AMÉRICA

La crisis del Club América en este torneo rebasa el áspecto meramente deportivo y denota un série de problemas de carácter institucional, de los cuales no parece fácil que logre salir y que son claro síntoma de la descomposición de uno de los clubes más grandes y más poderosos de latinoamérica. A continuación nos permitimos hacer un breve análisis:

La Dirección Técnica:

El primer problema evidente es la falta de proyecto deportivo en cuanto a la dirección técnica por parte de la directiva americanista. Prueba de ello es el número de entrenadores que han circulado por las instalaciones de Coapa

Leo Beenhakker (junio 2003- junio 2004): Movidos por la nostalgia de aquel equipo que arrasaba a mediados de los noventa, la directiva del América volvió a traer al técnico holandés a pesar que hacía nueve años lo corrieron de mala manera por capricho del entonces presidente.

Óscar Ruggeri (junio 2004- diciembre 2004): El argentino, que pasó por las filas del América en el ocaso de su carrera, tuvo el pésimo tino de dejar ir al Veracruz a Cuauhtémoc Blanco y a Kléber Boas, que la rompieron en el puerto y esa falta de tino le costo el puesto.

Mario Carrillo (enero 2005- diciembre 2005): Tiene el mérito de haber logrado el último campeonato de la historia del América, sin embargo a la vista del proyecto deportivo que trajo Manuel Lapuente tuvo que dejar la institución.

Victor Manuel Aguado (enero 2006- febrero 2006): Su falta de experiencia y el hecho que saliera al campo con una diadema para comunicarse con el Director Deportivo, Manuel Lapuente, provocaba la burla generalizada del medio futbolístico, lo que volvió su situación iinsostenible.

Manuel Lapuente (febrero 2006- junio 2006): En su momento era la decisión más lógica y natural. La directiva americanista recurría a una persona por encima de cualquier duda para hacerse cargo, sin embargo los resultados no lo acompañaron y tuvo que salir.

Luis Fernando Tena (junio 2006- septiembre 2007): La apuesta de la directiva era por un técnico jóven y exitoso que, en mancuerna con su hermano Alfredo, el antiguo “Capitán Furia”, era la que parecía la mejor opción, sin embargo, el juego no convencía a nadie, y se decidió por traer a un nuevo DT, a pesar de las suplicas del propio entrenador que quería permanecer.

Daniel Brailovsky (octubre 2007- febrero 2008): El entrenador, que hacía de comentarista en una cadena de televisión, llega al América apelando al espíritu y el tipo de juego que caracterizó al América en la década de los ochenta, década en la que Brailovsky se volvió ídolo a pesar de su corta estadía (pues después del temblor del 85 se fue a vivirr a Israel). Logra llevar al equipo a la final de la Copa Sudamericana, que perdió.

Rubén Omar Romano (febrero 2008- junio 2008): Llega al equipo en el peor momento. Otra vez la directiva apela al “americanismo” de un entrenador que jugó en el equipo a principios de los noventa. Se encuentra con un equipo roto, sumindo en la última posición de la tabla general, y que hasta el momento lleva un record de derrotas seguidas (aunadas a las que el propio entrenador sumaba en su récord personal con su anterior equipo).

La problemática de no tener claro un proyecto deportivo es que la multi publicitada “nueva generación” de futbolistas americanistas, entre los que resaltan Guillermo Ochoa, Juan Carlos Mosqueda, Enrique Esqueda, Juan Carlos Silva, Rodrigo Iñigo, etc ha venido creciendo sin una guía clara en cuanto a estílo de juego. A la salida de Luis Fernando Tena, su hermano Alfredo se ha hecho cargo de las Fuerzas Básicas, pero eso viene ocurriendo desde finales del 2007 y ya se está hablando de poner al “Capitán Furia” en otro cargo.

La crisis institucional:

Las palabras del capitán del América a inicios del torneo cobran ahora una doble dimensión. A inicio de año, y luego de la mala salida de Duilio Davino y Ricardo Rojas, que fueron señalados como culpables de los malos resultados por la directiva, Germán Villa, el nombrado por su jerarquía como el capitán del equipo declaraba: “A los dueños del América ya no les importa el equipo…” Palabras fuertes pero no exentas de razón. Palabras que nos hacen recordar a lo que decíá Don Fernando marcos de cuando se volvió entrenador del América en la década de los sesenta: "Tuve que proteger al América de los americanistas..."


Los pésimos resultados deportivos del presente torneo, ponen de manifiesto la pésima política de fichajes en la que lleva sumida la directiva de América, pues compran y venden jugadores sin tener claro ni por qué los compran, ni para qué los venden. En ese sentido, los malos tratos a los que fueron sometidos buenos jugadores como el “Chaco” Giménez o Kléber Boas, el hecho que se haya contratado a jugadores medianos e inoperantes como Bilos, Saitama, Carignano, Lucas Castromán, o el propio Richard Nuñez, y las salidas, muchas veces por la puerta de atrás de jugadores insignia como Cuauhtémoc Blanco o Duilio Davino, no hacen más que confirmar que esto es una constante en la directiva americanista. Ahora las lesiones de Federico Insúa, de Rodrigo López y de Salvador Cabañas, no han hecho más que evidenciar las enormes carencias que tiene un equipo que se supone “grande”.

Aunado a estos problemas deportivos e institucionales, se suma el hecho que ahora son el único equipo que juega en el Estadio Azteca. El problema que esto plantea es que un estadio para 120 mil personas, parece vacío con una entrada de 40 mil personas (que normalmente llenaría la mayoría de los estadios de México). A diferencia del Estadio de Maracaná por ejemplo, endonde juegan el Botafogo, el Flamengo, el Fluminense, y el Vasco da Gama, en el Azteca ahora sólo juega el Club América, y esto a pesar que hubo una época en que este estadio era la sede de hasta cinco equipos. Es por eso que la directiva americanista ha tenido que recurrir a bajar los precios de entrada hasta en $25 pesos, y ha tenido que idear todo tipo de promociones, pues tiene problemas para costearse la operación de un estadio tan grande.

Este tipo de problemas hacen pensar como una posibilidad que el América, al igual que le ocurrió a equipos tradicionales como el Atlante o el Necaxa, decida cambiar de sede, a lo mejor, por qué no, a Acapulco; y el Estadio Azteca quede como ocurre con el Estadio de Saint Dénis en Francia, que es un inmueble que únicamente se utiliza para los partidos de la selección pues resulta demasiado grande para los clubes parisinos, que continuan usando el Parque de los Principes.

La solución:

En un acto que resulta muy discutible, el ahora presidente Guillermo Cañedo, y de paso el técnico, Rubén Omar Romano, han puesto su renuncia en la mesa a partir de junio para que el dueño del equipo, Emilio Azcarraga Jean, pueda libremente reorganizar el club como desee. Las primeras medidas de las que se están hablando, es ratificar al presidente Guillermo Cañedo, colocar a Alfredo Tena como Director Deportivo, y a Don Panchito Hernández, viejo operador de la "época dorada” del americanismo, como Asesor Deportivo, luego se está hablando de traer ya sea a Carlos Bianchi, o a Wanderley Luxemburgo, aunque todavía no hay nada claro, y de traer de regreso a jugadores franquicia como Cuauhtémoc Blanco y Pavel Pardo. No queda del todo claro si todo esto se trata de una série de cortinas de humo o son operaciones concretas, tenemos de aquí a junio para averiguarlo.

Sebastian del Amo

1 comentario:

Anónimo dijo...

La directiva del América hace mucho que olvido a los aficionados. De hecho a muy pocos clubes de México les importa la afición. Es un negocio en el que no importan los resultados, sales beneficiados con los fichajes, con patrocinios y hasta declarar en pérdidas les resulta un beneficio ya que están apoyando al deporte.
Para el americanista, como yo, solo nos quedan los recuerdos; porque el espectáculo hace mucho que se perdió y no veo como lo van a recuperar en el nuevo "mercado" en el que se ha convertido el futbol profesional.