lunes, 9 de julio de 2007

El futbol mexicano crece... A pesar de sus directivos...

El fútbol mexicano sigue en pleno crecimiento. En la Copa América de Ecuador en 1993, que fue la primera vez que México participó en calidad de invitado, llegó hasta la final, que a la postre perdería contra la Argentina de Alfio Basile curiosamente. Desde entonces, de las siete ediciones de la Copa América que se han disputado, la selección mexicana se ha metido en cinco semifinales, y de ellas ha llegado a dos finales, lo que es sin duda un muy buen balance.
De la misma manera, el buen trabajo del proceso de Jesús Ramirez en las selecciones menores, está cuajando un excelente generación de futbolistas, que ya se coronaron campeones en el Mundial Sub 17 de Perú en el 2005, que permite mucho espacio para la ilusión en una hinchada necesitada de triunfos como es la mexicana, de cara al Mundial del 2010.
Si tomamos en cuenta que la primera victoria de México contra Costa Rica en suelo mexicano se dió hasta 1959, y que la primera victoria en un Mundial se dió en Chile 1962, cuando se le ganó a Checoslovaquia (que luego llegaría a la final de ese Mundial que perdería con Brasil), queda claro que el desarrollo del fútbol mexicano ha sido espectacular. México ha sido el país que ha organizado dos Mundiales en donde se ha visto a los dos mejores jugadores de la historia de este deporte, Pelé en 1970 y Maradona en 1986, en su mejor expresión. Gracias a ello, México cuenta con una infraestructura en estadios que no tiene nada que envidiarle, y en varios casos muy superiores a cualquiera de las potencias futbolísticas mundiales (léase España, Italia, Inglaterra, Francia, Brasil, Uruguay y Argentina). Y a nivel deportivo ha conseguido ubicarse entre los primeros cuatro equipos de sudamérica, y entre los primeros dos de Concacaf.
A raíz de este desarrollo, por primera vez en la historia, varios jugadores mexicanos se han colocado en equipos del continente europeo, muchos de ellos de élite. Ahí tenemos los casos de Rafa Márquez y Giovanni Dos Santos en el Barcelona, Carlos Vela en el Celta, Javier Iturriaga en el Salamanca y Efraín Juárez del Barbate de España, Pavel Pardo y Ricardo Osorio en el Stuttgart alemán, Carlos Salcido y todo parece indicar que Andrés Guardado en el PSV Eindhoven holandés, Nery Castillo en el Olimpyakos griego, Aarón Galindo en el Grasshoper suizo, y Antonio de Nigris en el Gaziantespor turco.
Ahora el crédito de todo este avance a nivel deportivo se debe unica y exclusivamente a los jugadores. Pue resulta notable como está desfasado la creación de jugadores mexicanos, y la estructura deportiva propuesta por los dueños de los clubes que impiden que se manifieste al máximo el enorme talento que existe en México. Y es que son varios factores los que impiden potenciar al máximo al futbolista mexicano:
Primero que nada el sistema de competencia, que puede llegar a ser economicamente atractivo para los dueños de los equipos, pero que deportivamente hablando es injusto, pues ni premia al mejor, ni castiga al peor. Al contrario es un sistema de compatencia que puede permitir que un equipo que termina en noveno ó décimo de la tabla general durante el torneo, por azahares del juego, ó por una racha de buena suerte pueden lograr el campeonato. De la misma manera el el sistema de descenso perjudica al equipo pequeño y le impide crecer y consolidarse deportivamente en Primera División.
Otro punto a tomar en cuenta es a poca identificación social que tienen los clubes para con la masa social de la que viven. En México, salvo contadas excepciones los clubes de fútbol no son considerados como clubes sociales, sino como apéndices que grandes empresas que los utilizan para deducir impuestos, y que sin embargo viven de la afición. Los casos más obvios son los del América, el Necaxa y el Real San Luis que pertenecen a Televisa, el Cruz Azul que pertenece obviamente a la cementera ó el Monarcas Morelia que pertenece a TV Azteca. Sin embargo existen los casos del Toluca y el Santos que pertencen al Grupo Modelo, ó el Atlante y el León que pertenecen al Grupo Pegaso, etc. Unicamente el Atlas en Guadalajara es un club que se mantiene de las cuotas de sus socios, que van a hacer deporte a sus instalaciones.
El Club Deportivo Guadalajara en sus inicios también tenía este concepto, de hecho las instalaciones del Tolán, lugar de entrenamiento del equipo profesional hasta la fecha, era también un club deportivo para su masa societaria, sin embargo en la actualidad se encuentra en pleno litigio, pues Jorge Vergara, al adquirir la mayoría de la acciones del club tiene la intención de vender el predio pues en la actualidad resulta un terreno sumamente apetecible para las inmobiliarias tapatías.
Debido a esta poca identificación social, los dueños, amantes del negocio fácil, venden franquicias, hacen y deshacen equipos, los cambian de plaza de una año para otro. Tenemos varios ejemplos muy significativos, de equipos con mucha prosapia que han desaparecido como el Zacatepec, el Tampico Madero, el Curtidores, el Irapuato, La Piedad y un largo etcétera tanto en Primera como en Primera A. Tal vez dos de los casos más sonados de los últimos tiempos los protagonizó Alejandro "el Güero" Burillo, que era dueño del Irapuato y que decide cambiarlo de plaza, se lo lleva a Veracruz y le decide poner "Tiburones Rojos" para aprovechar la identificación que ya existía en la afición. Sin embargo en ese mismo torneo, asciende de la Primera División A el auténtico Tiburones Rojos de Veracruz, por lo que el puerto pasa de no tener fútbol de primera a tener dos equipos que además comparten nombre. Por eso el gobernador decide organizar una votación para ver con cuál equipo prefería quedarse la afición, que votó masivamente por el original. Debido a eso el "Güero" Burillo se tuvo que poner a buscar una plaza nueva, y alguien le habló de Tuxtla Gutiérrez, se llevó su franquicia para allá y así nacieron los Jaguares de Chiapas. tengo entendido que poco después vendió el equipo a unos empresarios locales. La última operación de este tipo, también al está protagonizando el "Güero" Burillo, pues se llevó al Atlante, que es uno de los equipos más antiguos y con mayor afición de la Ciudad de México, a la ciudad de Cancún, y lo veremos jugar en el estadio Andrés Quintana Roo a partir del próximo torneo. Algo similar a lo que le pasó al Necaxa hace un par de años que probó mudarse a Aguascalientes, con lo que se convirtieron en el extraño híbrido de los "Hidrorayos del Necaxa".
Luego se toman una série de decisiones absolutamente incomprensibles, por ejemplo hace unos años, los dueños decidieron que la figura del representante de los futbolistas era una lacra pues se llevaba una importante comisisón en las tranferencias de sus jugadores, por eso decidieron inventarse la figura del Draft, que prevalece hasta nuestros días, en la que se reúnen con las cartas de sus jugadores como si fueran estampitas y las vencen, las intercambian, y seguramente las apuestan al póker, sin que el jugador tenga voz ó voto. Sin embargo entre ellos elevan el mercado interno hasta unas cotas increíbles, como en el pasado draft en el que el Morelia pagó cuatro y medio millones de dólares al Pachuca para hacerse con la jóven promesa. Pero esto no es nada nuevo, después del Mundial de Francia 1998, el Tigres de Nuevo Léon pagó seis millones de dólares para contratar al "Matador" Luis Hernández
De la misma manera se han tomado decisiones federativas muy arbitrarias, como por ejemplo la creación de la Primera División A. La historia fue así, en la primera mitad de los noventas y si no me equivoco mientras José Antonio García era el presidente de la Primera División, tuvo un pleito con el que era el presidente de la Segunda División, por eso junto a los propietarios de los equipos, que finalmente son los dueños del negocio, decidieron desaparecer el torneo de reservas que ya no les interesaba apoyar, y crear su propia división de ascenso en la que jugarían sus filiales. Por eso argumentando que de esta manera el nivel entre la Primera División y la División de ascenso iba a ser bastante parecido, se creó la Primera División A, y luego de varias negociaciones, la Segunda División ya existente logró que su campeón ascendiera a esta nueva división. La Segunda División fue simple y sencillamente desplazada por la gente del dinero.
Finalmente y no es una cosa menor, desde siempre se ha hablado de las pocas posibilidades que existen para captar jugadores del sector amateur por parte de los clubes profesionales. Se hablado desde que tengo memoria sobre cómo muchos de los mejores talentos para el futbol, al menos en la Ciudad de México, se desaprovechan en la Liga Española ó en la Liga Interclubes. Además que siempre ha existido un debate en México sobre el número de extranjeros y las posiciones de los extranjeros que se contratan, pues siempre se ha hablado de la falta de posibilidades que enfrenta el futbolista mexicano para encontrarse un espacio en Primera División.
Es por cosas como esta, que debemos agradecer al talento de los jugadores el avance que ha logrado el fútbol mexicano, muy a pesar de los directivos que con sus visiones cortoplazistas han perjudicado más que impulsado al deporte en nuestro país.

Sebastián del Amo

1 comentario:

Unknown dijo...

Buenas Sebastián,

Te escribe un salvadoreño aficionado al fútbol. Deseo saber dónde conseguiste la foto que publicas en este blog de El Salvador-México del Mundial de 1970. Si tienes más, te agradecería si las compartieras conmigo.

Saludos cordiales,

Rodrigo Arias
rodro77@gmail.com

................