jueves, 18 de enero de 2007

La mentira

Goebbels sostenía que un mentira repetida constantemente llega a ser verdad y para demostrarlo ponía en marcha el poderoso aparato de la propaganda nazi con las mentiras que le interesaba divulgar. Sin embargo, una falsedad, por mucho que se reitere y difunda, será siempre una falsedad. Es más, incluso una verdad, sobre todo la que se considera inmutable, puede llegar a ser mentira, porque la verdad no es estática sino dinámica y evoluciona.
Lo que ocurre es que la propaganda consigue penetrar en el intelecto de los simples, efectuando un “secuestro de la mente”, como explica muy bien, en un libro con ese título, el eminente psiquiatra Fernando García de Haro. Por desgracia, existen muchas personas con manifiesta pereza mental, en unos porque su coeficiente intelectual no da para más y en otros porque su indolencia les impide hacer preguntas. Entre los primeros se encuentran los fanáticos, peligrosos individuos porque matan y se dejan matar. Entre los segundos se hallan los borregos, que se creen todo lo que les dicen sin molestarse en analizarlo; éste grupo suele estar muy nutrido pues en él están la mayoría de los creyentes religiosos y de los militantes de los partidos políticos.
Determinados medios de comunicación, en especial la COPE y “El Mundo”, siguen la consigna nazi y repiten las mentiras con machacona insistencia. Es increíble que el Partido Popular, donde sin duda hay personas inteligentes, se haga eco de ello. Quizá se deba al espíritu aznarista, del “todo vale” con tal de recuperar el poder, y lleva tiempo utilizando el DDT político (la Difamación, la Descalificación y la Tergiversación). No se percatan que el tiempo siempre actuará en su contra, pues la verdad tarda en hacerse patente, pero es muy tenaz y termina por imponerse. Además, como el poderoso insecticida, el DDT no sólo mata los insectos sino que es perjudicial para la salud y arruina las cosechas, ¡que tengan cuidado pues se les puede volver en contra!.
Consciente o inconscientemente actuamos conforme a la escala de valores que cada uno se ha trazado. Para unos lo primero es el poder, para otros su familia, otros consideran primordial su trabajo, etc. Pero todos debemos tener un límite marcado por los principios éticos y que nos impidan la utilización del “todo vale”, de que el fin justifique los medios. Desgraciadamente estamos contemplando cómo la derecha, siguiendo las directrices de Aznar, hace uso del “todo vale”, sin freno ético alguno, utilizando el terrorismo, a sus víctimas y al insulto, con el exclusivo fin de alcanzar el poder. El bochornoso espectáculo que han dado en el Congreso, tanto su líder como sus seguidores, es indigno de personas civilizadas. Considerar al rival político no como competidor sino como enemigo, además de perverso, no tiene nada de democrático ni de ético.
Fabricar un bulo no es difícil y me voy inventar uno servido en bandeja en los últimos acontecimientos.
El PP, mediante la doctrina del “todo vale” se unió a sus más declarados enemigos, el Partido Comunista, para hacer la famosa pinza contra el gobierno de Felipe González. Pues bien, un partido así es capaz de aliarse con ETA para desplazar al PSOE del poder. ¿En qué se funda esta aseveración?. Pues muy claro, desde el primer momento han hecho lo posible e imposible para que fracase el proceso de paz, porque la desaparición de ETA les perjudica. El coche-bomba de Barajas ha venido a arreglar las cosas, causando una no disimulada satisfacción en las filas del PP, que ven más próxima y posible su vuelta al poder.
Los de ETA creyeron que con Zapatero sería más fácil conseguir sus deseos, pero se toparon con un interlocutor peor que Aznar, pues ni liberó ni acercó presos, ni les llamó Movimiento de Liberación, ni movió un dedo. Se dieron cuenta de que con el PP les iría mejor y han pactado con ellos poniendo el coche-bomba, que dinamita el proceso de paz y beneficia a los populares.
¿Qué esto es increíble?. Peores vilezas han dicho y sostienen los populares de los socialistas y del gobierno. Por ejemplo que el 11-M fue un pacto con ETA y el PSOE. Si quieren “saber la verdad”, que tanto reclaman, sobre el 11-M ¿por qué no se lo preguntan a Aznar y a Acebes?. Estos señores eran respectivamente jefe del gobierno y ministro del interior cuando los hechos, y ejercieron sus mandato durante tres meses hasta que tuvieron que cederlo, ¿durante todo ese tiempo no se enteraron del terrible “contubernio” entre ETA y PSOE, hasta que un periodista irresponsable se lo inventó?. Queda claro entonces que esos señores eran unos incompetentes o unos mentirosos o ambas cosas. ¡Mentir acarrea muy malas consecuencias, porque tarde o temprano se descubre la verdad!.

Fernando de Orbaneja

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